La gratitud no debemos identificarla necesariamente con un ejercicio religioso, sino como una forma positiva de relacionarnos con los demás, y con el entorno.

La gratitud

Es una actitud ante lo que se recibe, que no hace falta que sea un objeto tangible. Es una forma de ver las cosas que te da la vida,  que ayuda a conectar con una energía superior, en la relación con las demás, con el entorno, con un poder superior.

Proporciona un bienestar psicológico. En los adolescentes, ayuda a tener emociones positivas, satisfacción, apoyo social. La práctica de la gratitud es una herramienta terapéutica que ayuda a tener una visión más positiva de las cosas.

La gratitud se expresa de varias maneras.

Mirando al tiempo pasado, ayuda a tener mejores recuerdos, en cuanto al presente, a no dar nada por sentado, y en el futuro, da optimismo y esperanza de que las cosas salgan bien.

Un método para practicar la gratitud

Hay que adquirir el hábito, y para ello se puede proponer el escribir una lista de agradecimientos al empezar o al terminar el día.

También se puede contemplar las cosas que nos gustan, pasadas, presentes y futuras, con el sentimiento de la gratitud.

Coger lápiz y papel, y mostrar gratitud con una persona que ha tenido algún gesto positivo contigo, proporciona al que la escribe una profunda paz y felicidad.

Los bloqueos de la gratitud

No siempre el camino es sencillo. Cuando las circunstancias son adversas, no es fácil encontrar algo por sentirse agradecido y enfocarse en ello.

Con la práctica, nos resultará fácil incluso cuando las cosas no son como las queremos, encontrar algo por lo que estar agradecido.

A veces, pequeñas cosas son las que nos salvan ante el bloqueo de la gratitud.

El color de las hojas en el otoño, el olor de una flor, la sonrisa de un niño… cosas a priori insignificantes toman un papel protagonista para ayudarnos a cambiar el pesimismo y la desesperanza por gratitud, optimismo y felicidad.

Vamos a detenernos a conocer   los mayores enemigos de tener un sentimiento de estar agradecidos, que son el materialismo y el sentido de merecer.

La ingratitud aparece al no reconocer un favor, y nos lleva a no devolverlo.

Es como pensar que somos merecedores de que la vida nos lo dé todo. Restar valor a la protección, favores,  beneficios y bendiciones hace de la persona deudora espiritual y moralmente.

Esta actitud lleva  a tener un excesivo ego, arrogancia, vanidad, y necesidad inagotable de admiración y aprobación.

No admiten los vínculos de reciprocidad con las demás personas, se sienten merecedoras de trato especial y no admiten devolver favores. No tiene empatía, ni aprecian regalos altruistas a los que se sienten con derechos.

La gratitud implica no sentir que la vida te debe nada, que todo lo que tienes, amigos, familia, trabajo, son regalos que debemos agradecer.

Trucos para practicar la gratitud

  • Hacer el esfuerzo de reconocer el esfuerzo de otras personas, escribir cartas de agradecimiento o dar las gracias verbalmente.
  • Practicar la gratitud al comer, no es un discurso necesariamente religioso, sino una forma de acercarnos más a la naturaleza del alimento, a las personas que han trabajado para que esté en el plato, transporte, producción, preparación.
  • Tener una actitud positiva, para eliminar el estrés. La negatividad aumenta el cortisol, acorta la vida.
  • Los gestos, la sonrisa, el abrazo, la emoción, y el apoyo son formas de expresar gratitud. Fortalecen a los que la practican.
  • El elogio es una poderosa manera de hacer que las personas sean más felices, siempre que sea de verdad.
  • El mindfulness ayuda a cultivar la gratitud. Fijarse en las pequeñas cosas, lo que cada momento te regala.
  • Llevar un diario de gratitud, o un tarro donde metamos un trozo de papel que podamos todos los miembros de la familia leer en navidad, en voz alta. Puede ser un gran momento ahora que se avecina la fiesta.
  • Gastar dinero en experiencias, más que en cosas, genera más gratitud y más generosidad.
  • Tener lo suficiente, la clave de la felicidad es aprender a apreciar y agradecer por lo que se tiene. No compararse con personas que a lo mejor tienen más, liberarse de la publicidad consumista, que siempre te lleva a pensar que necesitas más, lo que provoca ansiedad.

El objetivo no es dejar de consumir, sino no dejarte llevar por un consumo incontrolado. No se llenan los vacíos con cosas materiales, acumulando cosas innecesarias.

Por lo que hay que identificar las necesidades reales, tanto materiales como espirituales y enfocarse en satisfacerlas.

Premios que vas a recibir a cambio de la gratitud

  • Salud: aumentas la capacidad de ser feliz, bajar el cortisol, controlar la inflamación.
  • Reduces el estrés
  • Incrementas la resistencia emocional
  • Evitas caer en depresión.
  • Bajas el dolor.
  • Bueno para el corazón.
  • Mejora de la calidad del sueño.
  • Aumenta la generosidad, baja el materialismo, fomenta las mejores relaciones sociales.

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